06 junio 2008
La declaración publicada por la conferencia de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sobre "Seguridad Alimentaria Mundial, Cambio Climático y Bioenergía", poco tranquiliza a la población del mundo y causa escepticismo respecto a que los gobiernos estén tomando medidas fuertes para combatir el incremento de los precios y las catástrofes ambientales.
El cambio verdadero esta en la manera en que se conduce la agricultura y su respectiva comercialización. Más y mejores alimentos pueden ser producidos sin la destrucción de los soberanía alimentaria de las comunidades y los recursos naturales. La solución es la implementación de medidas locales, social y ambientalmente responsables.
Es realmente preocupante que en una cumbre de alto nivel se hayan omitido los resultados del informe de la Evaluación internacional del conocimiento, ciencia y tecnología en el desarrollo agrícola (IAASTD, por sus siglas en inglés) (1), el cual fue elaborado por cerca de 400 científicos y firmado por 60 países, los cuales coincidieron en la urgente necesidad de un cambio radical en el modelo de producción de alimentos. Científicos y representantes de los gobiernos se pronunciaron por la necesidad de una transición de la destructiva agricultura industrial, dependiente de la industria de agroquímicos, hacia la adopción de métodos de cultivo basados en la biodiversidad y en los beneficios de las comunidades locales y no de las grandes empresas.
El informe también concluyó que las técnicas tales como la ingeniería genética, no son ninguna solución al alza de precios de los alimentos, la pobreza, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático (2), elementos que no fueron considerados en el las conclusiones de la cumbre de la FAO.
Debemos trabajar con la naturaleza, no contra ella. Los gobiernos necesitan rechazar los sistemas dependientes de los combustibles fósiles, los productos agrotóxicos y la ingeniería genética. La solución es una forma de cultivo agroecológica y sustentable que caracteriza la producción en pequeña escala. El negocio como de costumbre no es una opción.
Por lo tanto, es urgente la prohibición de granos básicos para la producción de biocombustibles. Es necesario asegurar que la producción de éstos no tendrá afectaciones directas ni indirectas, sobre la biodiversidad, los ecosistemas y la seguridad alimentaria mundial. En este momento ambas amenazas son una realidad.
Sin embargo, el progreso internacional hacia la producción sustentable de biocombustibles es prácticamente imposible. En la reciente conferencia de la O.N.U sobre Diversidad Biológica, Brasil se reusó a tomar cualquier medida para prevenir la destrucción de bosques tropicales, consecuencia del avance de las plantaciones para biocombustibles. Los países acordaron únicamente discutir sobre criterios de las mismas en el futuro y no sobre una producción sustentable.
1. Evaluación internacional del conocimiento, ciencia y tecnología en el desarrollo agrícola (IAASTD) es una inciativa convocada por el Banco Mundial en coordinación con un amplio grupo de organizaciones no- gubernamentales, incluyendo a la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa de desarrollo de Naciones Unidas, el Programa Ambiental de Naciones Unidas, la Organización Mundial de Salud y representantes de gobiernos, sociedad civil, sector privado e instituciones científicas de todo el mundo.
2. Reporte Final de la Evaluación internacional del conocimiento, ciencia y tecnología en el desarrollo agrícola (IAASTD), del 7-15 de abril del 2008, Johannesburg, Sudáfrica, disponible en
